3 nov 2011

Los “indignados” y el sistema político

Nelson Vásquez Juárez (*)

El domingo 16 de octubre -en varias ciudades europeas y en los Estados Unidos- se realizó una masiva protesta contra los banqueros y el sistema financiero mundial del movimiento denominado “los indignados”.  Las marchas y concentraciones se han realizado en los países que han sufrido la crisis económica del 2008 derivada de los créditos subprime. Muchas de estas personas son víctimas de aquellos famosos productos financieros.

Pero, otro aspecto que está develando esta protesta mundial es que los ciudadanos de varias de las democracias más representativas de Occidente no confían en su sistema político. Este permitió que se generaran las burbujas financieras que explotaron el año 2008, y luego, el sistema político no tomó las medidas adecuadas para establecer las responsabilidades de los banqueros en la generación de la crisis económica.

Por el contrario, los ciudadanos han sido testigos que a los directivos de la banca no les ha pasado nada y que el sistema financiero no ha asumido ninguna responsabilidad por la crisis económica, a pesar que fueron ellos los que crearon los productos financieros que desataron el derrumbe económico del 2008.

El Estado es la institución que debe velar por el bien público y el bienestar general, su deber es defender los intereses de la mayoría de la población. Sin embargo, este rol no lo han cumplido en varios países de Occidente. Así, Paul Krugman ha dicho que “la ‘financialización’ de Estados Unidos no fue dictada por la mano invisible del mercado. Lo que causó que el sector financiero creciera más rápido que el resto de la economía desde alrededor de 1980 fue una serie de decisiones políticas, en particular un proceso de desregulación que prosiguió hasta la víspera de la crisis del 2008.”

Asimismo, agrega que “las mismas fuerzas políticas que promovieron la desregulación financiera fomentaron la desigualdad de muchas maneras, minando las organizaciones sindicales y eliminando la ‘indignante restricción’ que solía limitar los sueldos de los ejecutivos corporativos, etc. (…) los impuestos a los millonarios fueron reducidos significativamente.” 

El sistema político ha perdido legitimidad y este fenómeno sucede en buena parte del mudo. Distintos grupos económicos han capturado o influyen poderosamente en el sistema político para defender sus particulares intereses económicos, que por supuesto, no coinciden con los de las grandes mayorías. Krugman lo ha expresado con claridad: “El dinero manda en la política estadounidense y lo que el dinero del sector financiero ha estado diciendo últimamente es que castigará a cualquier político que se atreva a criticar su conducta. Si en Estados Unidos que tiene una larga tradición democrática, el sistema político ha sido muy influenciado por los banqueros e incluso estos “castigan” a los políticos que se atreven a criticarlos, como será en otros países con una institucionalidad democrática más débil.

Es indispensable reformar el sistema político creando los mecanismos necesarios para que este represente y defienda a la inmensa mayoría de ciudadanos.

(*) Abogado, docente, investigador, autor del libro “Las sombra de Mariátegui – El primer   ‘caviar’ de la historia” e integrante del Instituto de Sudamérica.


El domingo 16 de octubre se realizó una protesta contra los banqueros
y el sistema financiero mundial del movimiento denominado “los indignados”. 
“Las marchas y concentraciones se han realizado en los países que han
sufrido la crisis económica del 2008 derivada de los créditos subprime”,
afirma el autor del artículo.

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