27 may 2011

Imponente beatificación de Juan Pablo II

Juan Pablo II, uno de los personajes más ilustres del siglo XX en el
mundo, fue beatificado en grandiosa y esperada ceremonia.
"Santo", "santo Padre" y "Santo ya" gritaron durante sus funerales miles de personas. Tras la multitudinaria beatificación de hoy, el Vaticano salió a decir que el proceso de canonización del Papa polaco podría llevarse a cabo "dentro de unos años". Juan Pablo II ocupó el trono de San Pedro el 22 de octubre de 1978 sucediendo a Juan Pablo I. Su pontificado se extendió por 25 años, siendo el tercero más largo de la historia.


El número dos del Vaticano, el cardenal Tarciso Bertone, en una entrevista con la televisión italiana preguntado sobre la posible canonización de Juan Pablo II, respondió que para ello se necesita dar "un milagro científicamente demostrado y juzgado como tal considerada inexplicable desde el punto de vista científico por la comisión médica, la comisión teológica y los cardenales y obispos miembros de la Congregación por la Causa de los Santos".

"Así, que yo diría ciertamente que dentro de unos años" podría completarse la canonización de Juan Pablo II, agregó el secretario de Estado del Vaticano. El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, reiteró que el único milagro reconocido por Benedicto XVI, atribuido a la intercesión de Juan Pablo II, es la curación de Parkinson de la religiosa francesa Sor Marie Simon Pierre.



El Papa Benedicto XVI proclama en la 
catedral de San Pedro beato
a su antecesor, Juan Pablo II (1978-2005).
El domingo 1 de mayo en la ciudad del Vaticano en cuanto se oyó la fórmula de beatificación pronunciada en polaco por Benedicto XVI, se alzaron las voces en la Plaza San Pedro que gritaban "Santo Subito" (Santo Ya), tal como lo habían hecho durante los funerales de Karol Wojtyla en abril de 2005.


Y no es de extrañar que eso suceda ya que el proceso de beatificación de Juan Pablo II, que dirigió a la Iglesia Católica desde 1978 hasta 2005, se llevó a cabo de forma acelerada, sólo seis años después de su muerte. El Papa Benedicto XVI proclamó hoy "beato" a su antecesor en una imponente y multitudinaria ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro ante cerca de un millón de personas provenientes de todo el mundo.


El Papa, que llevaba la casulla y la mitra de Juan Pablo II, pronunció la fórmula en latín: "Concedemos que el venerado Siervo de Dios Juan Pablo II, Papa, sea de ahora en adelante llamado beato". La emoción reinó entre los representantes de 86 delegaciones de países extranjeros; entre los presentes estaba el cardenal polaco Stanislao Dziwisz, secretario por más de 40 años de Juan Pablo II.


"Percibíamos el perfume de su santidad", reconoció durante su homilía el Papa alemán, quien elogió "la fuerza de un gigante" que tuvo para "invertir" la tendencia de "la sociedad, la cultura y los sistemas político y económicos" de abandonar el cristianismo. Una inmensa fotografía de 1995 de un sonriente y saludable Karol Wojtyla (1920 – 2005) –cuyo lema papal fue “Totus tuus” que significa “Todo tuyo”- desplegada en el balcón central de la basílica, fue develada en el momento de la beatificación. Al evento asistió una multitud que siguió de cerca todas las fases de la beatificación.


Podían verse mujeres africanas con atuendos multicolores, algunas de las cuales llevaban los retratos de Juan Pablo II, religiosas de la India, muchísimos polacos con las banderitas de su país en la mano, jóvenes de Francia, España y, lógicamente, muchos de Italia.
un tapiz con la imagen de
Karol Wojtyla es descubierto en
la Plaza del Vaticano ante miles de fiele
s
Los peregrinos comenzaron a instalarse en los alrededores de San Pedro en la noche del sábado, abarrotando incluso los barrios aledaños, como el que los romanos llaman "il Borgo". Hacia las dos de la mañana, con tres horas de anticipación a la ceremonia, fueron abiertos los accesos a la Vía de la Conciliación que llevan a la plaza, mientras las medidas de seguridad eran reforzadas por la policía.


La organización global de esta gigantesca celebración terminó siendo positiva. Para muchos, una gran ayuda la puso el clima. Según el servicio meteorológico, debería haber llovido hoy sobre el Vaticano, pero al final la lluvia siguió de largo y los paraguas e impermeables quedaron en casa. Para algunos fervientes adoradores de Juan Pablo II se trató de otro milagro del Santo Padre que supo conquistar a sus seguidores durante su papado.


Fuente: El Clarín


Comité Ejecutivo Distrital de San Borja - Secretaria de Prensa y Propaganda

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