Estimados
compañeros,
Este editorial expresa nuestro homenaje
sincero, cálido y respetuoso al recuerdo de dos insignes militantes del Partido
Aprista Peruano que, recientemente, han sido llamados a la Casa del Señor:
Alfredo Santa María Calderón y Jesús Echenique Céspedes. Dos integrantes del
aprismo, cuyas biografías ciudadanas, trayectorias políticas y paradigmas de
vida constituyen referentes del comportamiento que cada aprista debe asumir.
Alfredo
Santa María fue un destacado dirigente de La Libertad. Ingeniero agrónomo,
gestor de importantes proyectos de irrigación y desarrollo agrario.
Parlamentario, autoridad municipal en Trujillo, profesional respetado y,
especialmente, un peruano íntegro que –como muchos otros viejos apristas- no
pidieron nada a cambio de su heroico sacrificio por los ideales de “pan con libertad”.
Jesús
Echenique fue más que un militante y dirigente de nuestra base partidaria. Un
padre, amigo y fraterno vecino comprometido con el bien común. Fundador del
Comité Distrital de San Borja, ciudadano identificado con su comunidad y dedicado
a servir con bondad y docencia moral. Las nuevas generaciones nos inspiramos en
su trayectoria y fuimos forjados en su ejemplo.
Una
vez más, las banderas del aprismo se inclinan reverentes y fervorosas ante la
memoria de tan insignes integrantes del Partido del Pueblo que consagraron sus
ilusiones, sueños y aspiraciones a esta gran causa social sin esperar otra
recompensa que la limpia satisfacción de haber sido consecuentes con sus
principios y convicciones políticas, cívicas y cristianas.
La
trayectoria personal, profesional y partidaria de Alfredo Santa María y Jesús
Echenique Céspedes nos recuerda que la política debe volver a ser un
instrumento para canalizar las demandas sociales de los más necesitados y una
tribuna democrática para debatir –con altura y serenidad- los verdaderos temas
de índole nacional. La política debe retomar el camino de la decencia, la
honradez, la renuncia y la capacidad de desprendimiento que enalteció la
existencia de estos dos inmortales apristas a quienes rendimos tributo.
Los
partidos políticos requerimos reencontrarnos con la población y, nuevamente,
ganarnos la aceptación popular. Por estas consideraciones, los apristas debemos
recoger el arquetipo de comportamiento de que quienes han enorgullecido al
Partido del Pueblo con su militancia forjando una huella que todos debemos
imitar. Nuestro reconocimiento de siempre a tan entrañables amigos y
compañeros. ¡En el dolor, hermanos!
Arturo Loli Caballero
Secretario General
Comité
Ejecutivo Distrital de San Borja
Partido Aprista Peruano
Partido Aprista Peruano
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