1 nov 2012

La modernización del Estado Peruano


Mario Barturén Dueñas (*)



La  economía   peruana, macroeconómicamente  hablando,  es calificada  como modelo  continental y hasta mundial  por  analistas y consultores, tanto  de organismos  internacionales  especializados, como de profesionales independientes que  trabajan para entidades bancarias y financieras.  Por las cifras  y proyecciones no hay objeción ni duda alguna de tales calificaciones.



Pero se están dando reiteradas situaciones paradójicas, respecto a que nuestros razonables optimismos del crecimiento macroeconómico se enfrentan con nuestra realidad popular, ya que vivimos a diario con desórdenes  callejeros que impiden  que contemos  con la tranquilidad pública,  a despecho  de la congestión vehicular  y la delincuencia común con la que convivimos día y noche ante la ineptitud  e incapacidad de nuestra policía.

¿Por qué se da esta paradoja, de ser ponderado macroeconómicamente y ser al mismo tiempo, un país tercer mundista con los riesgos de los desordenes callejeros por reclamos salariales y  la violencia  terrorista  del narcoterrorismo?    

La respuesta para entender esta paradoja, es que la macroeconomía  la  construye  el país moderno: las empresas con su tecnología, los técnicos bien remunerados, que generan las  grandes ganancias que se convierte en el PBI, impuestos a la renta con los cánones que se guardan como tesoro de ricos en país pobre.

El tesoro público, los gobiernos regionales y los municipios provinciales, que gobiernan  burocráticamente, son unos ricos con plata ajena que, insensiblemente, no se iluminan para manejar  el presupuesto público y el SNIP con criterios flexibles y con prioridades para prever  estos  reclamos  callejeros y  dinamizar las inversiones públicas.

La burocracia pública pobre reclama, por el efecto de demostración: Tanto se informa de la bonanza macroeconómica, que obvio, que presiona para disfrutar algo de esta bonanza

¿Qué debemos hacer?

No hay que cambiar el sistema económico, como sueñan irresponsables anti sistema. Lo que necesitamos es “modernizar el Estado”. En otras palabras “tecnificar  a la burocracia, bien estimulada salarialmente y con estabilidad de funcionario público de la carrera pública, que elimine de una vez por todas los puestos de favor que son eventuales y que se homologuen el salario con aumentos anuales por meritos y /o por carrera pública

Dicha modernización del estado debe se ejecutada por una élite de técnicos, independientes  de  la burocracia pública, que desarrollen sus propuestas con criterio independiente e imparcial, que  propongan  las  mejoras  a la colectividad, para que se generen opiniones para que sean  votadas como propuestas mediante referéndum virtual.  A partir de allí, las autoridades del gobierno aprobarán las leyes y se implementará el proceso de modernización  del estado.

Espero establecer esta iniciativa ciudadana a través de nuestro boletín digital de nuestro Comité  Distrital de San Borja. Voy a proponer el desarrollo de las propuestas en las siguientes ediciones.   

A la luz  de los  resultados, la modernización del estado por los  poderes supremos, por los ministerios  y gobiernos  regionales  no han dado  resultados satisfactorios. Tal vez  no funcionan  los cambios  por los mismos responsables, como dice  el  sabio  consejo  “juez y parte”  se queda con la mayor parte  del poder.

Vamos a  probar  por la iniciativa popular  y  los poderosos  deberán  ser muy  honestos  de escuchar  a la  voz  del pueblo,  que es  la  voz  de Dios.      

(*) Militante del Comité Distrital de San Borja del Partido Aprista Peruano, Contador Público Colegiado, magister en Administración de Empresas, consultor y docente universitario.

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