Rafael
Torrau Ortiz (*)
Víctor Raúl Haya de la Torre mencionaba
siempre a los “hombres de oro”. Aquellos que habían mantenido su lealtad en los
momentos más difíciles de la historia del partido, Armando Villanueva lo fue
desde los 15 años cuando ingresó al Partido del Pueblo. También por supuesto
tuvimos mujeres que consagraron su vida a la causa aprista. Por ello, quiero
dedicar estas líneas a nuestra querida compañera América Capuñay pues, hace dos
años ya, un 25 de abril murió a la edad de 95 años.
Chiclayana
de nacimiento, abrazó desde muy joven el ideal aprista y se mantuvo activa a
pesar de su avanzada edad, siempre al frente de la cafetería de la Fundación de
la Navidad del Niño del Pueblo. Todos los años en diciembre con gran entusiasmo
acompañaba a nuestras queridas c. Lucy Villanueva y Vicky Cambursano en la
organización del reparto de víveres y juguetes como es ya tradicional en la
Casa del Pueblo.
Sus hijos todos ellos han seguido la
senda del aprismo. Luis Alberto Sánchez Capuñay, José Sanchez Capuñay e Ivonne
Sánchez Capuñay reciban nuestra fraterno
y cálido afecto. Ella no fue ni será olvidada, recuerdo el 20 de setiembre de
2010 -en Jesús María al celebrar los 80 años de fundación del PAP- cuando
organizamos un homenaje a distinguidos apristas legendarios que, por su
trayectoria y entrega, nos atrevimos a denominarlos “Los hombres y las mujeres
de oro de Víctor Raúl”. Esa noche les entregamos una distinción simbólica claro
está, pues no hay distinción ni condecoración que pueda equiparar lo que han
significado para la supervivencia del APRA.
Armando Villanueva y América Capuñay,
nuevamente, se encuentran junto a Víctor Raúl. A nosotros nos corresponde garantizar
la continuidad de su obra, enorme tarea que nos compromete. Son tiempos
difíciles donde la honestidad, la lealtad, la consecuencia y la fraternidad
poco se practican.
A pesar de ello, seguiremos nuestro
camino. Tenemos el ejemplo de los “Los hombres y las mujeres de oro de Víctor
Raúl”, quienes fueron y serán para las generaciones futuras, en el más amplio
sentido de la palabra, recordados como PROBOS, que quiere decir INTEGRO, RECTO,
LEAL, HOMBRE DE BIEN Y QUE ADEMAS NO TIENE MALDAD. Anhelos que los jóvenes
apristas puedan recuperar ese elevado sentido de la palabra.
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