8 may 2013

El difícil equilibrio


María del Pilar Tello (*)

El presidente Humala puso énfasis en el equilibrio económico de su gobierno en su alocución ante el Foro Económico Mundial. Pero nada más difícil de precisar que el equilibrio en un país con una derecha tan susceptible y vehemente en su afán de mantener a raya a un gobernante que hasta el momento le ha dado el gusto de renunciar a sus arrestos iniciales y adecuarse a su grita mediática.

Todas las banderas sociales necesitan financiamiento, recursos que dependerán en gran medida de la minería por ello el régimen no puede descartar proyectos mineros esenciales altamente financiados. Conga por su alta conflictividad demostró que Humala se apresuró a aceptarla.

No estamos ante posiciones extremas ni ante diablos irreductibles. Pero cuando de mover fichas se trata salta el fantasma de la Gran Transformación y los medios apelan a los garantes para recordar la Hoja de Ruta. No hay matices, lo que empresarios y derechosos buscan es la indefinición que solo permite una cauta administración de la crisis. Cuando el presidente quiere recuperar autonomía y tomar decisiones políticas como le corresponde, la calma se torna en tormenta con críticas exageradas que podrían llevar al país a escenarios de difícil gobernabilidad o al menos ese es el fantasma con que manipulan.

Humala debe administrar una triple presión, la de los conflictos sociales, la de los empresarios que le exigen buena conducta y la internacional de la globalización. Por eso busca el centro como el mejor espacio, el equilibrio entendido como un reformismo complaciente según los momentos.

Todavía no se cumplen dos años de su gobierno y ya las concesiones son muchas y fuertes. En la práctica el equilibrio se identifica con la economía mixta y la profundización de la democracia para unir reformas sociales con manejo económico liberal. Adherir al mercado con distintos matices de regulación. Lo poco o lo mucho que haya avanzado no es identificable ni con la derecha ni con la izquierda. Pero si quiere hacer realidad un estado fuerte, regulador, promotor y redistribuidor, no ausente sino bien presente, necesitará de mucha mayor firmeza. Nadie mejor que un militar para saber que no todo es poder duro ni vertical.

(*)   Periodista, analista política, escritora, docente universitaria, integrante del Comité Técnico de Alto Nivel del Acuerdo Nacional y ex presidenta del directorio de Editora Perú.

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