Germán Luna
Segura (*)
La recordada
compañera Otilia Campos Vda. de Polay representa el sentimiento histórico del
aprismo más puro. Felizmente pude decírselo muchas veces en vida. Con ella
trabajé en torno al rol que le tocó a su esposo, Víctor Polay Risco, en la
fundación de la sección peruana de la Alianza Popular Revolucionaria Americana
(APRA) en los aciagos años 30.
Sus testimonios
siempre estuvieron cargados de dolor por el pueblo, de convicción, pero nunca
de amargura, como si esa fuera una tarea a cumplir entre los seguidores de Víctor
Raúl Haya de la Torre. Cargó toda su vida el signo de una fortaleza
inimaginable que muchos quisieran mostrar.
No todos saben que, más allá de la noticia por la
carcelería que sufre uno de sus hijos, primero fue hija, luego esposa, y parte
de una familia de gente comprometida totalmente con el cambio social, que
sufrió prisión y que su pasó por la vida no fue fácil. Sin embargo, nada
doblegó su voluntad combatiente y no dudó un instante en proclamar su verdad y
luchar por sus ideas a pesar de sentirse a veces, inexplicablemente sola.
Otilia Campos se entregó a la causa del aprismo con el convencimiento de una
lealtad jamás fue puesta en duda.
Tuvo
una condición superlativa de su condición de mujer y por eso, la noticia de su
cruel, brutal y miserable asesinato aparentemente motivado por el robo, nos
parece una ironía que enluta a quienes la conocimos y a quienes sentimos por la
heredad de los Polay, un sentimiento distante de las coyunturas y los tiempos.
El
aprismo coloca sus banderas a media hasta, el canto de las muchedumbres suena
con el "...Paso, a paso a los caídos..." por su ausencia y la melodía
de nuestros cantos mas tristes suena entre nuestras conciencias cuando la c.
Otilia inicia su viaje a las estrellas, al encuentro de los mártires del
aprismo de cara al oriente eterno.
Que
nuestra sólida cadena fraternal llegue a su familia a quienes les extendemos
nuestro abrazo solidario recordándoles que, como efectivamente sucede: “Cuando
un aprista muere, nunca muere".
(*) Intelectual, periodista, escritor y con
estudios en Derecho y Ciencias Políticas. Formó parte de la última generación
que formó Haya de la Torre. Ex director de La Tribuna.
Otilia Campos de Polay, una aprista entregada con lealtad y perseverancia
a los ideales de “pan con libertad”. Abajo, las emotivas palabras de su hijo
Víctor Alfredo en las flores enviadas a sus exequias.
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