9 nov 2013

Reflexiones sobre la nueva ley universitaria

Mario Barturén Dueñas (*)


Tenemos un tema trascendente en la agenda parlamentaria, la nueva ley 
universitaria para reemplazar la antigua y desactualizada Ley Universitaria 27433,
 vigente hace más de treinta años. Un tema de indudable vigencia e interés nacional.


Lamentablemente, la Comisión de Educación, Juventud y Deportes del Congreso de la República no sabido crear un clima propicio de diálogo y respeto. Dicha comisión ha generado situaciones de agravio, acusaciones y posiciones autoritarias que avizoran enfrentamientos. Invocamos la serenidad para un intercambio constructivo por la importancia de esta norma que debe legislar la educación universitaria a la luz de un mundo globalizado que exige una educación de calidad.
Nuestra comisión congresal está equivocando su camino y, además, su alta responsabilidad la obliga  a cambiar su visión. Su misión es respetar el diálogo con los estamentos universitarios para comprender la problemática compleja de una irresponsable creación improvisada de universidades de todo tipo de personerías jurídicas que hacen urgente uniformar su visión, la que debe visualizar el futuro, no perder la visión en los problemas presentes, que no tienen importancia juzgar, la manera de corregir es mirar  el futuro como universidades del mundo globalizado. A despecho del desorden creado, se cuenta con los sistemas de autoevaluación, evaluación y acreditación para ordenar el sistema universitario, mediante la calificación de  la calidad educativa, a nivel  nacional e internacional.
Con la calificación educativa se podrá sistematizar el número de universidades calificadas; pudiendo replantear el funcionamiento de aquellas no calificadas, como institutos superiores que retroalimentarán a las universidades calificadas, que formarán profesionales con competencias tecnológicas.
Pero, nosotros consideramos que la educación técnica debe formar parte de la educación técnica superior universitaria para articular la formación profesional universitaria con los dos niveles de la enseñanza tecnológica el pre profesional de la educación técnica superior y luego el profesional de las competencias universitarias. De esta manera, fortalecemos ambos trabajos.
Las universidades calificadas, mediante convenios con el estado, podrán desarrollar la investigación científica y el desarrollo tecnológico para la innovación y productividad competitiva para los mercados internos y externos. De esta manera, los recursos públicos y privados orientados a la investigación tecnológica lograrán una inversión con alto rendimiento.


(*) Ingeniero agrónomo, consultor internacional, docente universitario, ex ministro de Agricultura y con diplomado internacional en Evaluación y Acreditación Universitaria.

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