21 sept 2011

Editorial

Estimados compañeros,
El 20 de setiembre de 1930 se fundó el Partido Aprista Peruano. Un episodio que cambiaría la historia política del siglo XX en nuestro país al constituirse el primer partido de masas, con una sustentación doctrinaria y una propuesta programática en que las banderas de la justicia social son el lema esperanzador de este naciente movimiento.
El Partido del Pueblo tiene sus orígenes en las luchas sociales emprendidas por los jóvenes estudiantes  en los primeros años del siglo XX. Fue una generación de peruanos cultos, ilustrados y comprometidos con los destinos nacionales los que gestaron el aprismo y entregaron sus vidas por los nobles ideales de  “pan con libertad”. Su herencia moral es la mejor honra que todo aprista debe exhibir y afirmar con la coherencia y consecuencia de sus actos.
Recordemos las palabras de Víctor Raúl Haya de la Torre en el III Congreso Nacional del Partido Aprista Peruano, pronunciadas el 27 de julio de 1957, en el Aula Magna de la Casa del Pueblo en donde expresó: “…Abrir los primeros caminos con los puños, con las uñas y con los dientes, fue nuestra tarea. En esa tarea también se envejece,  también se pasan los años. Crear un partido en un país en que no había más tradición que ¡Viva Piérola! ¡Viva Cáceres!, era muy difícil, forjar una etapa, muy bien. Pero nosotros necesitábamos crear un movimiento que llevara a toda la gente el sentido de superación. Yo no podría, esta noche, contarles por qué y cómo formé en mí esta vocación. Pero sí puedo decirles, en síntesis, cómo en el Norte del Perú las condiciones de vida  era muy imperfectas. Yo tenía, por entonces, mis 20 o mis 19 años. Vi también las condiciones de vida en el Cuzco. Cuando yo fui al Cuzco y vi cómo todavía se vendían haciendas con vacas, caballos, llamas, burros e indios, todo junto. Yo he visto la servidumbre del gamonalismo en la forma más terrible…””…Entonces es que vine el año 18, un mes antes que González Prada muriera, y le dije: ‘ Señor, pues ahora me voy a dedicar a  esta lucha. Como los frailes se metían al convento para servir a Dios, yo ahora me voy a meter en esta gran aventura. González Prada, que conocía naturalmente mejor que yo la realidad del país, me dijo: ‘Usted  va a sufrir mucho. Tenga cuidado. Una decisión de esa clase es sumamente grave. Va a sufrir mucho…’ Y así fue que comenzamos a sufrir; pero comenzamos a educar. Comenzamos nueva obra que costó  tanto construirla, erigirla…”
En este nuevo aniversario debemos renovar nuestra convicción de seguir el ejemplo inequívoco de quienes hicieron del Partido del Pueblo una causa honesta al servicio del país. Ese  es el compromiso de quienes ahora estamos en la eventual conducción partidaria, servir con bondad y docencia moral. Y ese también el destino de cada militante que decidió consagrarse al aprismo. ¡Viva el APRA!
                                                                                                                                                                            Arturo Loli Caballero
                                                                                                                                                           Secretario General
Comité  Ejecutivo Distrital de San Borja
Partido Aprista Peruano

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