28 may 2012

A indignos no se les hace ministros


 mano Guillermo Olivera Díaz (*)


Los tres, al unísono implícito: el presidente Humala, su esposa y asesora en la sombra Nadine Heredia y el ministro Wilver Calle Girón –“sí firmé, pero no tengo nada que ver con esa posible acta de sujeción”- conviven en un plano de igualdad repudiable respecto de la famosa acta suscrita
el 13 de marzo de 1999.

El famoso trío conoció a la perfección esta sujeción escrita –redactada en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN)- estuporizante de generales y coroneles a la pareja criminal que constituían Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori en la década de los años 90, íncubo y súcubo de un escarapeleante terrorismo de estado a cargo del Grupo Colina, cuyos miembros están condenados judicialmente y en la cárcel, tal como su autor el ex jefe de estado.

Los tres que motivan esta nota sintieron indignación, repudiaron el acta, dijeron que humillaba a las instituciones castrenses. Sin embargo, los tres están de acuerdo en que el humillado-humillante e indigno-indignante ministro Calle Girón sea ministro y prosiga sin rubor con el encargo ministerial. ¿Puede el ayer indigno ser hoy la antípoda de la indignidad y ocupar un ministerio cualquiera? Me parece que no.

Hay pruebas de que se actúa con dolo. En un audio propalado por Ideeleradio se escucha decir al candidato Ollanta: “Fue una vejación y una humillación a las instituciones castrenses la firma de ese documento. Yo mismo denuncié a los altos mandos que firmaron el acta de sujeción por indignos”.

Por su parte, Nadine Heredia, el 6 de marzo de 2006 espetó: “Ollanta hará una limpieza total  en las Fuerzas Armadas  para  retirar  a los mandos militares que firmaron el acta de sujeción durante el régimen fujimorista”.

El increíble, pero cierto ministro Calle, con gruesas dosis de cinismo acaba de señalar con frase lapidaria para él: “No tengo nada que ver con esa posible acta de sujeción”, pese a que todos lo hemos visto firmándola, ágilmente, sin titubear. ¿Es que alguien en su sano juicio moral puede afirmar que no tiene nada que ver con la enajenación de su casa, cuya “posible” minuta de compra-venta hemos observado que la suscribe? ¡Eso ha hecho y dicho Calle entrevistado en la mera calle!

Francamente, lo narrado amerita estar en el terreno de una vacancia presidencial por “permanente incapacidad moral”, que la declare el Congreso de la República, tal como lo prevé el artículo 113, inciso dos de la Constitución Política del Perú, pues a los indignos no se les hace ministros, ni hay limpieza en las Fuerzas Armadas con quienes la vejaron y la humillaron con su firma, salvo que la coprolagnia logre poblar el Palacio de Gobierno.

Nadine es la única que se escapa de esta vacancia por no tener función pública formal, pues el ministro Calle debe ser destituido ipso facto, puesto en la merecida calle.

(*)  Abogado sanborjino, docente de la Universidad Nacional Federico Villarreal, autor de varios libros y artículos de contenido jurídico penal.

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