1 may 2012

Se constituyó comisión por el centenario del natalicio del líder aprista Nicanor Mujica


El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Aprista Peruano aprobó, a solicitud del ex embajador del Perú en Italia, Carlos Roca Cáceres, la constitución de la comisión organizadora conmemorativa por los 100 años del natalicio del recordado líder aprista Nicanor Mujica Álvarez Calderón que preside Armando Villanueva e integran Carlos Roca, Mauricio Mulder, Francisco Mujica, Wilfredo Pérez Ruiz, Ivonne Young y Rolando Segura.

Este recordado líder aprista, nacido el 27 de marzo de 1913, provenía de una familia involucrada con la historia del Perú. Sus abuelos Nicanor Álvarez Calderón Roldán llegó a la presidencia de la Cámara de Diputados y Elías Mujica y Trasmonte fue un destacado empresario. Por tanto, según refiere su hijo Francisco Mujica Serelle “la niñez de Nicanor Mujica se desarrolló en un ambiente confortable y culto”.

Estudió en el colegio “Los Sagrados Corazones de la Recoleta” y en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (ingresó con el primer puesto), donde empieza a identificarse con los problemas y manifestaciones sociales y culturales del país. Posteriormente, siguió estudios en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En 1931 se afilió en el Partido del Pueblo. Pronto vendrían tiempos difíciles para los jóvenes militantes apristas, integrantes de una generación intensamente sensibilizada con la causa del Perú. Desde 1934, se constituyó en uno de los contactos de Víctor Raúl Haya de la Torre (entonces en la clandestinidad), con su partido.

Merecedor de la confianza del fundador del Partido Aprista Peruano, tuvo a su cargo conservar y remitir en 1936 (con la colaboración de su madre), los originales de la segunda edición de “El antimperialismo y el APRA” a Chile. En 1938, es detenido y al año siguiente deportado a Europa. Se estableció en Francia hasta 1943.

Llegada la primavera democrática en 1945, Nico es elegido diputado por la provincia de Huarochiri, de donde su padre, Elías Mujica Carassa también había sido representante, así como su tío político Ricardo Bentín Sánchez.

Evocar su memoria nos recuerda que el aprismo debe ser escuela de formación moral, semillero de civismo, institución al servicio de las demandas sociales de los pobres, reducto de luchadores y espacio democrático para servir a la patria. Una vida limpia, llena de sufrimientos y adversidades, que debe ser imitada por los actuales dirigentes de la Casa del Pueblo que han convertido la política en un instrumento sórdido e inmoral. (Nota del editor)

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