Oswaldo de Rivero (*)
Las clases políticas chilenas temen que
la Corte Internacional de Justicia de La Haya dé un fallo que delimite de
manera jurídicamente equitativa el área en disputa. Y así le dé parte de ella
al Perú.
Esto
lo sospechan las Fuerzas Armadas de Chile, sus políticos y la mayoría de
población chilena que está hipersensible. Según un reciente sondeo de opinión
pública más del 73 por ciento de los chilenos no están dispuestos a ceder el
más mínimo espacio marítimo al Perú en el caso de un fallo adverso.
A esto se suma la impopularidad del
presidente Piñera (22 por ciento de aprobación) que difícilmente se recuperará
en el futuro debido a la crisis social que ha estallado en Chile. Si Piñera
acepta un fallo desfavorable su actual impopularidad se convertirá en
ilegitimidad. Pasaría a la historia como un presidente chileno repudiado por su
pueblo como un mandatario fenicio que por salvar las inversiones de los ricos
chilenos cedió dominio marítimo al Perú.
Y es por esto que hemos visto a Piñera
durante las maniobras Huracán 2011, en medio de tanques Leopardos y ahora ante
el Congreso chileno, advirtiendo que sus Fuerzas Armadas están listas.
Toda esta situación tiende además
agudizarse porque el 2013 -año crucial para el proceso de La Haya- es también
un año electoral en Chile donde la defensa de la soberanía tendrá campeones
tanto de derecha como de izquierda. Posiblemente, como candidato de la derecha,
el actual ministro de Defensa Andrés Allamand, que ha sosteniendo sin tapujos
que Chile se arma para darle firmeza a su diplomacia. Frente a él, tal vez esté
la popular Michelle Bachelet, quien fue la que le dio la superioridad aérea a
Chile sobre el Perú adquiriendo los escuadrones de F16.
Y es así que será muy difícil que un
gobierno impopular como el de Piñera termine su período aceptando un fallo que
cercene soberanía o que el nuevo gobierno que lo suceda se inaugure aceptando
una cesión semejante.
De esta manera, muchos políticos en
Chile y sobre todo los militares no son muy partidarios de un proceso jurídico
en La Haya a “finish”, sino llegar antes a un “sinceramiento” con el Perú, a
través de un “diálogo franco” es decir, una negociación directa.
¿Y cómo buscará Chile parar un proceso
jurídico a “finish” y llevarnos a una negociación directa? No hay que tener
mucha imaginación. El “sinceramiento” Chileno consistirá en disuadirnos,
diciéndonos: negociemos para lograr beneficios mutuos sin cesión de soberanía o
vamos a un conflicto.
La hipótesis de un incidente armado con
el Perú prevalece en el pensamiento estratégico chileno y en la preparación de
sus Fuerzas Armadas. Y es por ello que Chile ha recurrido en estos años al
espionaje y convertido el proceso de La Haya en un imparable ejercicio de
disuasión al Perú. Piñera es parte de este proceso. No le queda otra opción.
Nosotros también tenemos que tener un
plan B frente a esta hipótesis chilena. No queda otra opción que mejorar
urgentemente nuestra defensa nacional, sobre todo dar mayor poder a la FAP. Si
nos pasa de nuevo algo militarmente catastrófico con Chile, este gobierno
pasará a la historia como el peor gobierno de la historia del Perú.
(*) Destacado
diplomático peruano, autor del libro “El mito del desarrollo”, ha sido
secretario general de la Presidencia de la República (1974-1978), jefe de la
representación peruana en las NNUU y embajador del Perú en los Estados Unidos.
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