4 sept 2011

El rescate de la Constitución de 1979

María del Pilar Tello (*)

"Juro por la patria que cumpliré fielmente el cargo de presidente de la república que me ha confiado la nación por el período presidencial 2011 - 2016; que defenderé la soberanía nacional, el orden constitucional y la integridad física y moral de la república y sus instituciones democráticas, honrando el espíritu y principios de la Constitución de 1979; que reconoceré y respetaré la libertad de culto y de expresión. Y lucharé incansablemente por lograr la inclusión social de todos los peruanos, especialmente de los más pobres".

En el Congreso de la República, en fiesta patriótica, con invitados especiales, los más distinguidos del continente, resonó el juramento del nuevo jefe de estado, flamante presidente que logró en impecable fraseo lo que sus antecesores ni quisieron ni pudieron: renovar el protagonismo y la vigencia ética de nuestra última Carta de raigambre democrática, la de 1979.

Muchos prometieron su retorno pero ninguno cumplió. Ni Valentín Paniagua ni Alejandro Toledo ni Alan García. Solo el militar que se levantó en Locumba en octubre de 1999 contra la dictadura  fujimorista, fue coherente con su discurso e ideales insurgentes. Seguramente recordó esa campaña militar por la que se puso al frente de un grupito de soñadores rebeldes y enfrentó un posible fusilamiento. Lo amparaba el artículo 307 de la Carta de 1979 y lo sigue amparando. La Constitución Política de 1979 no pierde su vigencia porque así lo disponga autoridad espuria. Y nadie debe obediencia a un gobierno usurpador. Su fórmula pétrea ha demostrado serlo y renace 32 años después.

Porque espurio fue Alberto Fujimori mancillándola el 5 de abril, como lo fueron los resultados del cuestionado referéndum que aprobó la Carta vigente que lleva la firma del dictador. Como lo son quienes protagonizan el escándalo buscando despojar de legitimidad constitucional a quien les ganó limpiamente y tiene la suficiente memoria de ideales como para transformar el escenario político con su juramento.

Inteligente, principista, imaginativo juramento que generó todo tipo de reacciones inmediatas e irracionales como las de las fujimoristas Chávez y Salgado. Y otras como la de Lourdes Flores, quien inteligente y serena, encontró en el juramento un fuerte tono simbólico. Los vicepresidentes Marisol Espinoza y Omar Chehade no se amedrentaron por la grosera silbatina y juraron con el mismo simbolismo, con fondo de insoportable e irrespetuoso ruido transgresor de la formalidad y el patriotismo.

No hay fórmulas legales para la juramentación presidencial. Cualquiera es válida y aceptable siempre que evoque principios y creencias profundas, inspiración de vida. Ollanta Humala, como lo evidenció con su posterior discurso, está asumiendo con mística y valores una misión del más alto rango y ha querido comenzarla rescatando la legitimidad de la Constitución de 1979, en la que encuentra verdades fundamentales que lo movilizan.

Defendimos siempre la Carta de 1979, integramos el Comité Cívico por el No y el Foro Democrático para rechazar la Carta que legitimaría la dictadura fujimorista fruto del autogolpe del 5 de abril. Y hoy celebramos con alegría la valentía de Ollanta Humala y su consecuencia doctrinal y jurídica.

Humala es el presidente de la república, “el Jefe de Estado que personifica a la Nación”. No ha violado ninguna norma. Los valores que ha rescatado lo ayudarán en su lucha contra la pobreza, desempleo y corrupción. Son banderas éticas, por las que votó el 53 por ciento de los peruanos el 5 de junio. Como lo demuestra la encuesta de Imasen, sus votantes y sus no votantes celebran este inicio valiente y consecuente de nuestro presidente con un 70 por ciento de aprobación. ¡Punto para Perú!

(*) Doctora en Derecho y Ciencias Políticas, periodista, docente universitaria, ex presidenta del directorio de Editora Perú e integrante del Comité Técnico del Acuerdo Nacional.


 Víctor R. Haya de la Torre, ejemplo de grandeza, honestidad,
entrega y apostolado político e intelectual al servicio del pueblo.
La Carta Magna de 1979 lleva su firma.

La austeridad de Haya de la Torre

Nelson Vásquez Juárez (*)

La vida de Víctor Raúl Haya de la Torre fue de una entrega absoluta a la causa del aprismo. Esto lo llevó a tener una vida muy sacrificada: destierros, cárceles, estrechez económica, persecución política, calumnias, incomprensión por parte de sus seguidores.

En el libro El aprismo es un acierto y una profecía. Correspondencia  Víctor Raúl Haya de la Torre a Felipe Cossío del Pomar 1948-1975 se publican misivas del jefe del aprismo que revelan aspectos de la vida austera del creador del aprismo.

Después de salir de la Embajada de Colombia, Haya de la Torre se mantenía con los artículos que escribía para distintos periódicos y revistas de Indoamérica. El periódico colombiano El Tiempo era el que pagaba en forma periódica. Haya así lo reconoce en una carta del 4 de febrero de 1955 escrita desde Ginebra donde expresa que “sólo el puntual chequecito del diario El Tiempo de Bogotá vino a sacarme de esta carísima y burocrática ciudad.” En cambio Bohemia era impuntual en los pagos. En una misiva de marzo de 1955 escrita desde Estocolmo Haya expresa que esperaba el pago de sus artículos por parte de la revista Bohemia pero el estipendio no llego: “Han pasado dos meses. Ni un centavo…Estoy desconsolado porque con esto contaba para el viaje. Pero no hay nada que hacer.”  

Las necesidades económicas obligaron a Haya de la Torre a poner en venta su Enciclopedia Británica, “le dije a Manuel Vásquez que buscara compradores para mi enciclopedia. Hay que venderla”. Este hecho evidencia que la permanencia de Víctor Raúl en Europa no era cómoda porque desprenderse de tan importante obra no debe haber sido fácil para un intelectual como él.

En una carta de setiembre de 1955 Haya manifiesta que la clausura del diario El Tiempo le iba a generar dificultades económicas:“La clausura de El Tiempo me cercenó más de 200, a veces 300 dólares por mes, fijos, puntuales, sin las triquiñuelas de Bohemia. Pero…se acabó.”

En unas líneas conmovedoras Haya expresa que “ahora me iré a vivir a una residencia de estudiantes por 10 dólares al mes.” En otra carta de febrero de 1959 Haya cuenta cómo vivía en Roma señalando que no mandaba “cables porque no tengo dinero. Yo soy pobre y trabajo a los 64 años como cuando tenía 25 a golpe de máquina para ganarme lo que como. Aquí vivo solo en un departamento. Me hago mi desayuno y mi lunch, me lavo mis cosas, mi gimnasia es limpiar pisos y encerarlos.”

Sin embargo, algunos militantes del Partido Aprista Peruano pensaban que la estancia de Haya en Europa significaba que llevaba una vida muy holgada. Víctor Raúl supo de esos comentarios y así se lo hizo saber a Felipe Cossío del Pomar: “Ramírez Novoa me escribe de Montevideo que ya saben que Bohemia me pagará 100 dólares por artículo. Que pueden ser 4 mensuales. Que Jorge Muñiz les ha dado la noticia y ya todos están pasándose de boca en boca que ‘el jefe está ganando ya 400 dólares mensuales’.”

Había una gran incomprensión por parte de algunos de los compañeros de lucha hacia Haya de la Torre. El jefe del aprismo no era financiado por nadie, ni por Washington ni por Moscú, vivía de su trabajo, de la redacción de sus artículos, respecto de los cuales a veces no pagaban o se demoran en pagarle como sucedió con la revista Bohemia.

La correspondencia Haya-Cossío del Pomar también describen la forma de trabajo de Haya de la Torre en Europa: no tenía secretarias, ni asistentes, trabajaba solo: “Si tuviera secretaria y copiadora a máquina ya estarían dos libros adentro. Lo de Toynbee lo tengo que copiar yo a cuatro horas diarias, peleando con cintas y máquinas imposibles. Y teniendo que alternar con artículos para ganar el pan (…) Tengo que recopiar un capítulo –el del Estado de los 4 poderes- mal hecho en México por Fernando el buen secretario que cambió una página, poniéndome las de copia a carbón en lugar de las otras. Todas se borraron. Y en esto estoy meses. Con 20 dólares tendría copias completas y ediciones listas.”

Por otro lado, como el propio Haya de la Torre lo manifestó por su origen social el pudo evitar esa vida de estrechez económica que llevó como consecuencia de dedicarse a la política al servicio del pueblo. Así se lo expresa a Cossío del Pomar: “En tu prólogo, que te devolví, falta el único argumento que yo habría querido de algún biógrafo mío, porque eso indica lo que yo quiero que no se olvide: Yo ‘nací con bacín de plata’ y todo mi ambiente me predisponía a ser un triunfador en el campo y en la clase de mi gente. Descendí del camino que en el Perú lleva fácilmente al suceso fácil –que lo habría tenido- hacia la voluntaria pobreza y vida sacrificada. Por eso creo que debes decir que si subrayas mi procedencia familiar y social es para puntualizar que escogí voluntariamente el camino, sabiendo consciente y plenamente que era el más difícil. Yo me puse smoking a los doce años para la primera comunión. Y tuve ese traje y frac antes de los 18. No éramos ricos pero yo viví la adolescencia venturosa de la casa en que nunca faltó nada y se comió siempre con buen vino.”

En este mismo sentido Víctor Raúl agrega lo siguiente: “En Trujillo fui niño bien. Mi amistad con Vallejo y con el grupo me costaba luchas y recriminaciones por andar con los ‘cholos’. Y así comencé a escoger yo mi camino. Yo y solo yo. Mi vida en Lima fue voluntariamente pobre por orgulloso. Porque pude tener puestos de gobierno.”

Haya en una misiva reflexiona sobre la vida sobria que había llevado: “Pero moriré tal cual, cuando me muera. No tengo dinero en bancos y todo lo que tengo está en el bolsillo trasero del pantalón. Ando, viajo, subo y bajo con mi total de dinero aquí en mi cuerpo. Y no me apuro ni me amargo. Así es nuestra América. Los secretos de las vidas honradas no se descubren jamás.”

La vida austera de Haya de la Torre es parte de su legado político, el poco dinero que obtenía lo destinaba a su partido. Cuando escogió identificarse con las causas populares Víctor Raúl era plenamente consciente que dicha actitud le iba a traer como consecuencia una vida muy difícil. Parte de su grandeza es que aceptó vivir una vida llena de sobresaltos porque sabía que sólo así el pueblo lo seguiría, porque solo así podía ser honrado consigo mismo y con su causa. Fue consecuente entre lo dijo y lo que hizo porque vivió con honestidad. No recibió recursos ni de Washington ni de Moscú. Con su vida ejemplar señalo que servir al pueblo no implicaba enriquecerse de la política, que servir al pueblo era hacer sacrificios personales porque solo así las grandes causas y los grandes líderes verdaderamente trascienden.    

(*) Abogado, docente, investigador, autor del libro “Las sombra de Mariátegui – El primer   ‘caviar’ de la historia” e integrante del Instituto de Sudamérica.

Haya de la Torre, espera su elección como presidente de la Asamblea
Constituyente (1978) acompañado de su discípulo predilecto, el destacado
y austero líder aprista Carlos Roca Cáceres, quien fue integrante de la Mesa Directiva.
Víctor Raúl cobró un sol de remuneración mensual, suspendió los gastos de la
cafetería, renunció a la custodia policial y declinó el auto oficial. 

Discurso en recuerdo de Víctor Raúl

Coincidiendo con la celebración del fallecimiento del jefe y fundador del Partido del Pueblo (2 de agosto de 1979) queremos compartir con nuestros lectores el discurso ofrecido por el histórico líder aprista, parlamentario e intelectual Andrés Townsend Ezcurra, en representación del Partido Aprista Peruano, en la ceremonia de honras fúnebres realizada en la Plaza Bolívar ante el féretro de Víctor Raúl Haya de la Torre, presidente de la Asamblea Constituyente.

Compañero, maestro y jefe,

Aquí está enorme y lacerado, el pueblo que tanto amaste y que tanto te amó. Aquí estamos, confundidos en el mismo dolor fraterno, los veteranos y los jóvenes, los hombres y las mujeres, los que profesan el APRA y los que, fuera de sus filas, tienen sentido de la grandeza que contigo se va. Aquí están aquellos a quienes supiste inspirar una fe de intensidades religiosas, aquellos que hicieron de la terca lealtad el ademán de todos los días. Aquellos que sintieron el aguijón de la injusticia y se volvieron a ti en demanda de tu brazo fuerte para su defensa. Aquellos que aprendieron de ti a amar la libertad sobre todas las cosas y a entender que ella se realiza en una sociedad sin oprimidos ni opresores, sin explotadores ni explotados. Aquí está, innumerable y dolido por tu ausencia, el pueblo que tanto amaste y que tanto te amó. El pueblo que se niega a reconocer tu muerte y te aclama, en la yerta soledad de tu féretro, como te aclamó tantas veces cuando en la vigorosa plenitud de tus años lo arengaste con tu palabra prodigiosa. Aquí estamos, empobrecidos y angustiados, porque, de hoy en adelante, nos faltará tu sabiduría profética, tu arrollador impulso, tu inspiradora presencia. 

Te vas con tu grandeza y nos quedamos sin ella. Nuestra soledad es más grande que la tuya.
Para nuestro consuelo podemos afirmar que te vas como un triunfador. Para el realista ingenuo, parecería que tu carrera quedó trunca porque no alcanzaste la más alta magistratura de la república, que tantas veces te dio el pueblo y que tantas veces te fue negada por la violencia o por el fraude. Acaso el destino quiso ahorrarte el quehacer rutinario y prosaico del gobierno. Pero te reservó compensaciones invalorables. Fuiste más presidente que muchos presidentes y mandaste más que muchos mandatarios, porque tu autoridad se ejerció sin coerciones, por el puro ascendiente de tu indiscutida autoridad moral y política. A tu voz, se congregaban muchedumbres. A tu voz, se definían candidatos. Por tu indicación fraternal, pero celosa, se dictaban leyes en beneficio de la mayoría. Para defender tus ideas se lanzaron los héroes del partido a su hazaña y los mártires a su sacrificio. Clarividente, insobornable y señera, la voz de Haya de la Torre acabó por ser la voz misma del Perú profundo.

Eso lo sabías o lo adivinabas cuando, en las vísperas del año terrible de 1932, lo dijiste en Trujillo: «Quienes han creído que la misión del aprismo era llegar a palacio, están equivocados. El camino que conduce a él se compra con oro o se conquista con fusiles. Pero la misión del aprismo era llegar al corazón del pueblo, antes que llegar a palacio. A la conciencia del pueblo se llega, como hemos llegado nosotros, con la luz de una doctrina, con el profundo amor a una causa de justicia, con el ejemplo glorioso del sacrificio. Sólo cuando se llega a la conciencia del pueblo se gobierna, desde abajo o desde arriba». Aquí, en la gloriosa y dolida realidad de este pueblo que te rodea, y del que llora tu muerte en todos los confines de la república, comprobamos que sigues, hoy como ayer, gobernando y mandando sin oro y sin fusiles. Fuiste la expresión misma de la conciencia nacional. El juez y fiscal de la patria.

Pero se te amó, sobre todo, porque supiste amar. Tu lección de cincuenta años no fue la del ideólogo que administra su doctrina con la frialdad de un matemático que demuestra un teorema. Pusiste carne, pasión y sangre en tus ideas. Y las pusiste en defensa de los humildes. Nadie como tú, los atendió mejor. Nadie los quiso con más ahínco. Nadie se esforzó de tantos modos, a través de la reforma universitaria, de la organización sindical y obrera, de la Universidad Popular, del partido, por organizar su redención o su alivio. Fuiste el primero que articuló una protesta en nombre de los pobres, de los marginados, de los humildes. El primero que los rescató de su mundo oscuro y sin esperanzas y les enseñó los caminos de la liberación cultural, gremial o democrática. El primero que cuestionó el viejo orden de la oligarquía y el imperialismo. Desde tu aparición en nuestra escena política, el problema del poder dejó de ser una riña de oligarcas y la justicia social una utopía inalcanzable. Contigo, el pueblo accedió definitivamente al manejo de sus destinos. Tuvo su partido y tuvo su líder. Vio porvenir y luz en su horizonte. Supo decidir y reclamó participar. Nadie pudo ignorarlo en adelante, salvo por el sistema envilecedor y brutal de las tiranías, que siempre combatiste.

Fue tu hazaña crear de este modo, el más poderoso y espontáneo instrumento de unidad nacional. Con afecto sin fronteras, reuniste en el APRA a razas y clases. Blancos, indios, cholos y negros, limeños y provincianos, se fundieron por primera vez en una empresa de salvación colectiva. Obreros, campesinos, clases medias, se organizaron en un partido de trabajadores manuales e intelectuales, consagrado a la defensa común de sus intereses, que además de ser comunes, son mayoritarios. Gracias a ti, gracias a tu obra, Víctor Raúl, el Perú fue más Perú, y la Patria, madre y no madrastra de sus polícromos hijos. Le diste a los humildes y ofendidos, por vez primera, la sensación de participar, de auspiciar un instrumento político de su creación y que maneja con sus manos. Que el pueblo consuma esta obra, es la tarea más importante que nos dejas.

Importa señalar que este empeño, de esclarecimiento y de rebelión santa, no se fundió en las hirvientes calderas del odio. Víctor Raúl lo quiso impulsar por el amor. Para ti, compañero, el hombre común no era el simple guarismo electoral de los partidos cínicos, sino una realidad dolorosa, a veces sangrante, que requería tanto de comprensión fraternal como de mejoras económicas. La tuya, jefe, fue una cátedra de entendimiento y de cariño.

Contigo, maestro, se nos va el creador de la primera doctrina original de Indoamérica. Dejaste oír en épocas ensordecidas por la presencia de ideologías rivales, amparadas por el poder imperial de las superpotencias, la voz, temeraria en su audacia precursora, que afirmó el camino propio de los países latinoamericanos hacia la justicia social. Esta postulación resultó heroica en su época juvenil, cuando el stalinismo sacerdotal y su colectivismo burocrático, exigían rendiciones incondicionales de todos aquellos que se llamaran revolucionarios. Hoy, las tesis autonómicas de Víctor Raúl se encuentran en las corrientes modernizadoras de la izquierda. Pero fue éste revolucionario latinoamericano, provisto de las armas de la filosofía y de la ciencia social, el primero que alzó con increíble coraje la bandera emancipadora. De allí su tesis sobre partidos no clasistas, sino del pueblo, y su valoración esencial del imperialismo. Ningún pensador contemporáneo fijó, con tanta precisión y tan tempranamente, la importancia del imperialismo capitalista, ni señaló, con más exactitud, la estrategia y táctica de la liberación de los países subdesarrollados.

Su pensamiento político, congruente y maduro, forma una inseparable unidad. Desde el ensayo definidor del APRA en 1926 hasta el discurso inaugural de la Asamblea Constituyente del año pasado. No es posible fragmentarlo, porque su interpretación coyuntural, que el maestro acometió en cada circunstancia de la historia, tiene valor de lección magistral e irrefutable.

Estoy seguro, compañero jefe, que junto con nosotros, inclinan este día sus banderas enlutadas los pueblos hermanos de América Latina. Porque nadie, como tú, avizoró más claramente el problema de la unidad y la defensa regional, la necesidad de federarnos en una Comunidad Latinoamericana de Naciones, erigida sobre bases de justicia y libertad. Fue tu empeño el más generoso y más zaherido por los realistas miopes. La utopía aprista, predicada apostolarmente por ti durante medio siglo, se convirtió en necesidad vital de nuestra América para salvarse del coloniaje y solventar su desarrollo integral. Con el nombre de integración, la idea fue tan cara a ti, Víctor Raúl, que por ella desafiaste la ilegalización del Partido y tu propia exclusión de una competencia electoral en la que todo aseguraba la victoria. Estas ideas tuyas, son ya credo común de pueblos y gobiernos de nuestro continente. Para simbolizarlas creaste la primera bandera de la unidad latinoamericana, que hoy acompaña, con la del Perú, los restos que rodeamos. Fuiste, igualmente, un símbolo mundial de paz.

Llegaste como un victorioso al final de tu jornada. Más de un millón de votos te ungió como el preferido de los pueblos en las elecciones para la Asamblea Constituyente. Presidiste este cuerpo con dignidad, con grandeza y con actividad infatigable. Tu cuerpo de luchador veterano se esforzó por seguir las exigencias de una mente lúcida, que se había propuesto servir al país y a la nueva Constitución. Te faltó el aliento a medio camino, pero lo esencial de tu obra estaba hecho. Tu figura, para entonces, tenía ya los perfiles del patriarca nacional, unánimemente reconocido. Tu presencia era garantía de tránsito seguro a la institucionalización definitiva de la democracia y la justicia social, por eso tu recuerdo será un acicate para todos, amigos o adversarios, y perseverar así en el alto propósito que consumió tu vida.

Para el Partido Aprista, en cuyo nombre hablo esta tarde, regirá, indeclinablemente, tu exigencia de unión, que fue la última y rotunda del postrer mensaje que enviaste a los compañeros, el 6 del pasado mes de julio. Para los adversarios, la invitación al diálogo y al juego limpio. Para todos los peruanos, la seguridad de que sólo un vasto esfuerzo solidario podrá resolver nuestros gigantescos problemas. Para América Latina, tu mensaje de unión, como reverdecido y modernizado gajo del tronco bolivariano.

¡Adiós compañero, adiós jefe, adiós maestro! Que el pueblo vele tu sueño de titán caído y luche, como tú luchaste, por la libertad y la justicia. Que Dios acoja en su seno tu alma grande de generador del bien y del amor fraternal en esta tierra.

Te escoltan a la gloria las sombras de nuestros caídos. Sombras de los mártires del 23 de mayo y de los fusilados de Chan Chan, sombras de los ocho marineros y del cristianísimo Phillips, del heroico ‘Búfalo’ y del mártir Manuel Arévalo. Sombras de Jiménez y sus compañeros; de Solano y Zavaleta; de Juanito Mac Lean y de Amador Ríos; del sacrificado Negreiros; sombras de los héroes anónimos cuyas vidas royeron hasta deshacerlas los presidios y las torturas. Sombras del precursor González Prada y del vidente Antenor Orrego; sombra gallarda y polémica de Manuel Seoane; sombra de todos los hermanos y de todos sus pares, de Sandino y de Mariátegui; sombra tutelar del Libertador, que hoy preside este fúnebre comicio; sombras de todos los que quisieron librarnos de la esclavitud, la explotación y la pobreza.

Aquí está, con su dolor y su recuerdo, con una esperanza que nadie marchita, negando a la muerte y a tu muerte, el pueblo, tu pueblo, el pueblo que tanto amaste y que tanto te amó. El humilde, el valiente, el sufrido pueblo del Perú. Digamos como dice el pueblo: Haya de la Torre ha muerto; pero su obra prosigue. ¡Viva el APRA! ¡El APRA nunca muere! 


Haya de la Torre, en la Asamblea Constituyente, con Andrés Townsend E.

Javier Tantaleán: Hasta siempre maestro


Virgilio Acuña Peralta (*)

La muerte sorprende a Javier “Pocho” Tantaleán Arbulú en su labor de maestro cuando se encontraba dictando un curso de liderazgo organizado por la Comunidad Andina de Fomento y la Universidad San Martín en la ciudad de Pucallpa.

Como los grandes que han muerto desempeñando sus pasiones hasta el limite, como el comandante Grau combatiendo en una batalla desigual, como el dramaturgo Moliere que murió sobre las tablas dando vida a un personaje estando muy enfermo o como Daniel Alcides Carrión experimentado en su propio cuerpo la búsqueda de una vacuna salvadora, nos ha dejado el buen “Pocho” quien en su afán de seguir irradiando conocimiento que contribuya a sacar al país adelante ha forzado a su salud más allá de lo que esta podía resistir.

Departí con frecuencia con él cuando estudié en el Instituto de Gobierno allá en el primer lustro de la década pasada, siendo él mi asesor de tesis. Era un hombre tranquilo y afable, con una gran vocación de compartir sus conocimientos. Hizo sus estudios de ingeniero civil en la Universidad Nacional de Ingeniería, también fue licenciado en Economía por la Universidad Católica de Lovaina, máster en Planificación Económica por el Centro Universitario del Estado Amberes, Bélgica; máster en Económica del Desarrollo por la Escuela Práctica de Altos Estudios de París, La Sorbona; doctorado del Tercer Ciclo de la Universidad de Grenoble.  Se desempañó como consultor de la Organización de las Naciones Unidas.

En el primer gobierno del Partido del Pueblo fue designado jefe del Instituto Nacional de Planificación. Igualmente,  era director del Instituto de Gobierno de la Universidad Particular San Martín de Porres; de reconocida trayectoria aprista, fue asesor del presidente Alan García Pérez y, últimamente, se desempeñó como miembro del Consejo Directivo del Centro de Planeamiento Estratégico (Ceplan). Estaba casado con la ex ministra  del segundo gobierno aprista, Susana Pinilla.

Su partida deja un vacio importante y se retira de la escena política una personalidad que participó en vida nacional en los últimos 40 años de historia. Que en paz descanse este insigne peruano.

(*) Ingeniero civil, empresario, docente, fundador del Partido Solidaridad Nacional y congresista de la república.



Estado Palestino pedirá su adhesión a la ONU

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, presentará la demanda de adhesión plena del Estado Palestino a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el próximo 20 de setiembre, anunció el ministro de palestino de Relaciones Exteriores, Riyad al Malki.

Mahmud Abas entregará "directamente" la petición —calificada de "gestión histórica"— al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en el día inaugural de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, precisó Al Malki, subrayando que la Autoridad Palestina "quiere presentar la petición en septiembre, porque Líbano ocupará entonces la presidencia del Consejo de Seguridad". "Esto nos va a ayudar, porque el papel del presidente del Consejo de Seguridad, que tiene prerrogativas, es crucial", explicó el ministro palestino.

Los palestinos habían anunciado a finales de julio su intención de pedir al Consejo de Seguridad la adhesión de su Estado a las Naciones Unidas en septiembre, y excluyeron una reanudación de las negociaciones con Israel antes de la celebración de la Asamblea General anual de Naciones Unidas.

El noble y heroico pueblo palestinos quiere obtener una adhesión plena a la ONU y el reconocimiento de Palestina en las fronteras del 4 de junio de 1967, antes de la Guerra de los Seis días, o sea la totalidad de Cisjordania, de la Franja de Gaza y de Jerusalén Este. Sin embargo, el pedido palestino se enfrenta a la negativa de los  Estados Unidos que amenaza con utilizar su poder de veto en el Consejo de Seguridad.

Lev Grinberg  n Obama considera que la propuesta no conduciría al establecimiento de un Estado Palestino, pues Israel rechazaría una resolución en ese sentido. Empero, es precisamente la posición unilateral israelí y su negativa a evacuar los territorios lo que hace tan necesaria una resolución.

Según Netanyahu, Israel no es un ocupante y los vínculos históricos hacen que "Judea y Samaria" pertenezcan a la nación judía. Así pasa por alto la ocupación militar de esos territorios y todas las medidas tomadas desde su ocupación: el expolio de tierras palestinas, la privación de derechos civiles y humanos, la obstaculización del desarrollo económico y las graves cortapisas que sufre la población en sus movimientos. Todas esas acciones son ilegales para cualquier ocupante, pero los israelíes se justifican aduciendo que ellos no son ocupantes. No hay nada más unilateral que la ocupación y, en consecuencia, se necesita una resolución de la ONU para definir a Israel como ocupante y calificar sus acciones de ilegales.

Fuente: La Razón (Bolivia)


El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas con su
homólogo de los Estados Unidos. Abajo, dos grandes de la historia: El recordado
líder palestino Yasser Arafat con el carismático Papa Juan Pablo II.


Benedicto XVI concluye visita a España

El Papa Benedicto XVI concluyó hoy su tercera visita a España, tras presidir aquí la XXVI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que congregó a cientos de miles de fieles de todo el mundo.

Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, despidieron al Pontífice al pie de la escalerilla del avión que despegó desde el aeropuerto madrileño de Barajas rumbo a Roma.

Durante su estancia de cuatro días, el Papa asistió a una docena de actos de la JMJ, que reunió en esta capital a casi un millón de jóvenes católicos de más de 190 países, y conversó con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Se trata de la tercera visita de Benedicto XVI a España, lo que convierte a la nación ibérica en la más visitada en sus seis años de pontificado.

Su llegada estuvo precedida de críticas, como las de los miles de asistentes a la marcha convocada el pasado miércoles en Madrid por asociaciones laicas contra la financiación pública de la JMJ y la estancia papal.

Los críticos a la JMJ y a la visita de Joseph Ratzinger denunciaron que el Estado invirtió en ambos eventos unos 100 millones de euros, incluyendo el dispositivo de seguridad desplegado para la ocasión y diversos servicios gratuitos para los peregrinos.

Esas facilidades contrastan con la grave situación económica que vive esta nación europea, con casi cinco millones de personas inmersas en el desempleo, flagelo que afecta a más del 40 por ciento de los jóvenes españoles.

Según un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente del Ministerio de la Presidencia, 71 por ciento de los 46 millones de españoles se declara católico, 11 por ciento menos de lo que reflejaba la misma indagación en 2000.

Benedicto XVI anunció este domingo que la ciudad brasileña de Río de Janeiro acogerá en 2013 la próxima edición de la JMJ.

La Jornada Mundial de la Juventud se creó en 1984, cuando tras concluir el Año Santo de la Redención, Juan Pablo II entregó una cruz de madera de cuatro metros de alto a los jóvenes invitándoles a llevarla por todo el mundo.

Fuente: Agencia Informativa Prensa Latina 


El Papa Benedicto XVI, acompañado de los reyes de España, saluda
al jefe del gobierno José Rodríguez Zapatero. Abajo, el Santo Padre llevó un mensaje esperanzador al pueblo español



Solidaridad con los estudiantes chilenos

Enrique Valderrama Peña (*)

 Las jornadas de protesta estudiantil en Chile evidencian lo que puede ocurrir cuando la política universitaria es movida  por consignas amplias, que aglutinen los intereses de todo un sector de la sociedad y que además cuenten con liderazgos visibles y firmes en sus determinaciones. Se ha anunciado nuevas protestas pacíficas para este fin de mañana. Este fenómeno de rebeldía ha logrado movilizar a miles en pos de un cambio en la educación universitaria que garantice su gratuidad y su calidad.

El asunto de fondo radica en reconocer que en los últimos tiempos se ha experimentado un retroceso dramático en cuánto a los principios fundamentales que inspiraron el movimiento continental de la reforma universitaria. El movimiento reformista universitario de la primera mitad del siglo XX dio nacimiento a un cambio radical de paradigmas, no sólo con respecto al gobierno de la universidad ó la libertad de cátedra, sino en lo referente a buscar una originalidad latinoamericana apartada de los modelos europeos. Parte de este proceso fue el que formó líderes que luego serían los abanderados de los movimientos progresistas en el continente: Gabriel del Mazo en Argentina, Óscar Schnake en Chile, Juan José Arévalo en Guatemala, Rómulo Gallegos en Venezuela, Haya de la Torre en el Perú.

Chile tuvo uno de los sistemas de educación pública más avanzados del continente, hasta que la negra noche pinochetista impuso, en el caso de la universidad, la supresión del cogobierno y de la libertad de cátedra y la eliminación de la gratuidad. Los fondos para becas universitarias fueron privatizados y fueron convertidos en préstamos bancarios comunes y corrientes.

La ley universitaria dictatorial de 1983 impera hasta la actualidad. No hay gratuidad educativa en la universidad, los rectorados deciden los contenidos curriculares sin consultar a los estudiantes y evitando los temas políticamente controversiales, los profesores tienen amplio poder discriminatorio y selectivo en forma inapelable. Con gran sacrificio se han formado federaciones y centros universitarios pero que no tienen ningún acceso, por mínimo que sea, al sistema de gobierno universitario.

Por consiguiente, el movimiento universitario chileno que hoy encabeza Camila Vallejo Dowling, presidenta de la FECH (Federación de Estudiantes de Chile), tiene como propósito primordial restituir las viejas libertades universitarias que hicieron de la universidad nacional chilena una de las más libres y creativas y de mayor nivel de nuestro continente. Libertad de cátedra, cogobierno estudiantil, gratuidad de la enseñanza y rechazo a la privatización.

En nuestro país subsisten las libertades que los estudiantes chilenos reclaman. Pero, al igual que los jóvenes que encabeza Camila, no tenemos libertades efectivas por la manipulación que existe en la cúpula del sistema universitario nacional. En las universidades nacionales impera un seudo cogobierno en manos de grupos de poder. Y la calidad de la enseñanza va de mal en peor de año en año.

Debemos, a partir de lo que está ocurriendo en el país del sur, meditar acerca del accionar de quienes están llevando la política universitaria en el país, convirtiéndola simplemente en maquinarias que garanticen el entronamiento de determinada autoridad en los puestos de vanguardia de las casas de estudios, amparando la corrupción y la ineficiencia. La política universitaria en el país ha devenido en escaramuzas entre mafias sin mayor discurso político.

Luis Alberto Sánchez, ilustre intelectual y profundo pensador de la universidad, sostenía que los sectores que controlan la política universitaria son siempre una minoría bastante reducida, pero bien organizada. Esto no ha cambiado mucho desde los años de LAS y el gran reto ahora es romper con la indiferencia de los estudiantes y hacerlos caer en la cuenta que es importante su activa participación si queremos relanzar una de las instituciones más importantes en la vida de un país.

Es además, hora de pensar desde los claustros universitarios al país, al continente y sus posibilidades de unidad y desarrollo, de modo realista y comprometido. Las condiciones en las que se encuentra nuestra universidad, con especial incidencia en la pública, dan para alentar una nueva reforma universitaria. Los principios fundamentales están intactos, hay que remozar esta plataforma con un programa acorde a la modernidad y empezar la batalla mediática por la toma de consciencia general del estudiantado y su movilización en favor de medidas de urgencia.

Desde esta tribuna saludamos al estamento estudiantil chileno y nos solidarizamos con la lucha que nos hermana en los ideales sublimes de la autonomía y el acceso a la educación. Ideales que son el basamento para la lucha por una sociedad más justa y digna, que deje de depender de los caudillismos mesiánicos y empiece a escribir, consistentemente, su historia con la tinta de la verdad sobre el papel de instituciones democráticas sólidas y con proyección a futuro.

(*) Estudiante de Historia de la Pontificia Universidad Católica del Perú y secretario general del Comando Universitario Aprista de la PUCP.

El Perú infinito de José María Arguedas

Wilfredo Pérez Ruiz (*)

Han transcurrido 100 años del nacimiento de José María Arguedas Altamirano (Apurímac, 1911 – Lima, 1969), uno de los narradores más destacados del siglo XX y, además, renombrado poeta, ensayista y escritor. Por este motivo el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú está presentando una documentada muestra en su honor denominada “Arguedas: Perú infinito”.

Esta interesante y pormenorizada exhibición incluye cartas, manuscritos, borradores de sus trabajos, libretas de campo, recortes periodísticos, apuntes, fichas técnicas, fotografías y videos de y acerca del escritor que forman parte de la “Colección Arguedas” de esta casa universitaria. Se han recreado los ambientes frecuentados por el autor de “Yawar fiesta”, desde los que reforzó sus convicciones sobre los valores que debían difundirse en la colectividad peruana. La presentación incluye una producción con las únicas imágenes en vivo del escritor, acompañadas de grabaciones con su voz.

Al visitar esta exposición ingresamos en el dilatado conocimiento del universo andino que nuestro recordado hombre de letras defendió con intensidad. El cometido de Arguedas no ha sido muy difundido, pese a su trascendencia e influencia. Se debe destacar su estudio del folclore, en particular de la música andina como resultado de su estrecho contacto con cantantes, músicos, danzantes de tijeras y bailarines de todas las regiones del Perú. Ha sido significativa su contribución a la revalorización del arte indígena, reflejada en el huayno y la danza.

Un ser complejo, como son las grandes figuras. Torturado por su depresión, su lucha interna, su conflicto y su amor por nuestra patria. El éxito profesional le llegó a la par del incremento de sus malestares psíquicos que, finalmente, concluyeron –por propia voluntad- con su existir. Fue un intelectual y pensador comprometido con las raíces del ande peruano. Es necesario leerlo para tener una aguda mirada de nuestra diversidad cultural con una visión renovada.

Quedó en mi naturaleza dos cosas muy sólidamente desde que aprendí a hablar: La ternura y el amor sin límite de los indios, el amor que se tienen entre ellos mismos y que le tienen  a la naturaleza, a las montañas, a los ríos y a las aves. Mi niñez pasó que nada entre el fuego y el amor”, expresó José María.

Vivió entre los lugareños de San Juan de Lucanas (Lucanas, Ayacucho) y en diversas zonas de la sierra (Ayacucho, Abancay, Huancayo, Cusco, etc.). “Mi padre tenía un espíritu vagabundo, no podía estar en un pueblo más de uno o dos años”, señaló el escribiente de “Ríos profundos”. Los terribles sufrimientos de su infancia marcaron su vida, emociones y autoestima. En su texto “La novela y el problema de la expresión literaria en el Perú” (1950), precisó: “…Una bien amada desventura hizo que mi niñez y parte de mi adolescencia transcurriera entre los indios de Lucanas, ellos son la gente que más amo  y comprendo”.

En 1965, Arguedas dijo: “Voy a hacerles una curiosa confesión: yo soy hechura de mi madrastra. (Ella) tenía el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que era un indio y como a mí me tenía tanto desprecio y tanto rencor como a los indios, decidió que yo había de vivir con ellos (...) Los indios vieron en mí como si fuera uno de ellos, con la diferencia de que por ser blanco acaso necesitaba más consuelo que ellos”.

Su primera vinculación con la creación artística fue el poema “Amor” de Manuel González Prada. Más tarde, durante sus vacaciones escolares (1925), descubre la novela “Los miserables” de Víctor Hugo y se deslumbra tanto que se aprende de memoria largos párrafos. Desde temprana edad hizo suya la lengua y la cosmovisión campesina.

Tuvo la oportunidad de trabajar con el arqueólogo Julio C. Tello en el Museo de Arqueología Peruana (1939) y en 1946 con el historiador Luis E. Valcárcel en el Instituto de Etnología. Durante la gestión del creador de “Historia del Perú antiguo” en el ministerio de Educación, Arguedas laboró como conservador general de folclor. Por encargo de Valcárcel estudió la  feria de Huancayo, entre otras importantes indagaciones.

José María, al mismo tiempo, fue traductor y difusor de la literatura quechua, antigua y moderna, ocupaciones que compartió con sus cargos de funcionario público y docente. Su obra narrativa refleja sus experiencias recogidas de la realidad andina y está representada, principalmente, en sus libros “Agua” (1935), “Yawar Fiesta” (1941), “Diamantes y pedernales” (1954), “Los ríos profundos” (1958), -por el que recibió el Premio Nacional de Novela en 1959- “El Sexto” (1961), “La agonía de Rasu Ñiti” (1962), “Todas las sangres” (1964) y “El sueño del pongo” (1965).

El zorro de arriba y el zorro de abajo” (1969), publicada en 1971, merece una mención especial. Es una novela dramática narrada con interrupciones en la que describe su deseo definitivo de terminar con su vida y en la que alterna su proyecto literario con la trama de unos diarios personales en los que describe su intolerable ansiedad. En el ensayo “’El zorro de arriba y el zorro de abajo’ de José María Arguedas: el discurso de la muerte” de María Gladys Marquisio y Andreína Martínez Chenlo refieren: “El libro consta de tres diarios y de un ¿último diario? en el cual el autor hace el balance final y decide su muerte. La relación entre diarios y novela es más interna que ficcional: el autor escribe los diarios cuando la depresión o la angustia profunda que padece le impiden continuar la novela. El primer diario comienza con la decisión de matarse. Ya en el segundo diario el autor ha aplazado el suicidio porque tiene una novela entre las manos. En el tercer diario declara que la asfixia detiene a la ficción. En el ¿último diario? da por concluido el proceso”.

Su composición literaria ha sido compilada en “Obras completas” (1983). También, realizó traducciones y antologías de poesía, y cuentos quechuas. Sin embargo, sus faenas de antropología y etnología conforman el grueso de toda su producción y no han sido revalorados todavía. Arguedas fue un destacado compositor verbal de ideas socialistas que se empeñó en hacernos conocer un Perú olvidado.

Quienes hemos leído a Arguedas nos permitimos afirmar, sin exageraciones, que él nos hizo cambiar nuestro concepto del país. Aplicó a su aporte literario sus vastos talentos de antropólogo, etnólogo y folklorista, que brindan mayor rigurosidad al análisis del contexto andino. Una labor muy rica, de gran calidad y de integración. Su creatividad expresa un acucioso esfuerzo por unir esas dos mitades del Perú. A través de su realización podemos advertir ese “Perú profundo”, como decía el historiador Jorge Basadre.

Todas las sangres” es considerado su legado más representativo por su afán de mostrar la variedad de tipos humanos que conforman el Perú y los conflictos determinados por los cambios que origina en las poblaciones de la serranía el progreso contemporáneo. Allí refleja su anhelo de que el legado de la cultura andina tenga un lugar especial en el futuro de nuestra sociedad.

A Mario Vargas Llosa le escribió, sobre su afamada producción: “…Es extensa y he pretendido mostrar una especie de corte transversal de nuestro país. Se llama por eso Todas las sangres y ojalá que sea tan verdadera como me parece” (octubre, 1964). El Premio Nobel de Literatura comentó de Arguedas: “…Entre los escritores nacidos en el Perú es el único con el que he llegado a tener una relación entrañable, como la tengo con Flaubert o con Faulkner o la tuve de  joven con Sartre…”.

Nuestro afamado indigenista entendió la literatura como una misión humanista y social. La autenticidad de su entrega por los indios y marginados, es un homenaje al peruano postergado.

Leer a José María Arguedas es una obligación intelectual a fin de adentrarse en la más amplia comprensión del Perú. Especialmente debieran hacerlo los jóvenes, para quienes este personaje es ignorado y visto con indiferencia. Su hazaña constituye un estímulo en el complejo proceso de acercarnos a nuestra identidad con el propósito de entendernos, aceptarnos y contribuir a forjar una sociedad en donde convivamos en armonía “todas las sangres”.

(*) Docente, conferencista, periodista, consultor en organización de eventos, protocolo, imagen profesional y etiqueta social. http://wperezruiz.blogspot.com/


José María Arguedas, lúcido defensor del mundo andino. Renombrado
escritor, antropólogo e investigador indigenista, a 100 años de su nacimiento. 


Se presentó sello postal en homenaje a Javier Pulgar Vidal

Los Servicios Postales del Perú (Serpost S.A.) presentó, en ceremonia realizada el martes 2 de agosto, la estampilla conmemorativa por los 100 años del natalicio del sabio, investigador, geógrafo, docente y estudioso peruano Javier Pulgar Vidal (Panao, 1911 – Lima, 2003).

Este ilustre hombre de ciencias obtuvo el bachillerato y doctorado en Filosofía, Historia y Letras, y en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Católica del Perú. Inició su carrera académica como profesor auxiliar de la Facultad de Letras en el curso de “Filosofía de la Religión”, de esa casa de estudios en 1932. 

Desde 1934, ejerció las cátedras de “Geografía Humana General y del Perú”.
Fundó la primera cátedra de “Geografía Económica General y de Colombia” en la Universidad Nacional de Colombia (1949) y la Universidad de Bogotá “Jorge Tadeo Lozano” (1954),  país en el que permaneció exiliado por sus ideas políticas durante la dictadura de Manuel A. Odría. En nuestra patria fue fundador de la Universidad Nacional del Centro del Perú y sus cuatro filiales  en Lima, Huacho, Cerro de Pasco y Huanuco, que luego se convirtieron en las universidades nacionales Federico Villarreal, José Faustino Sánchez Carrión, Daniel Alcides Carrión y Hermilio Valdizán. Finalmente, en 1996, asume la presidencia de la comisión organizadora de la Universidad Alas Peruanas (luego sería elegido rector y al retirarse fue nombrado rector honorario y vitalicio).

En 1945, resultó electo parlamentario por la provincia de Pachitea (Huánuco). Dos meses después se afilió al Partido del Pueblo, invitado por su jefe y fundador. Durante ese período constitucional integró la mesa directiva de la Cámara de Diputados. Fue asesor de dicho cuerpo legislativo (1958) y de la Comisión de Recursos Naturales de la Asamblea Constituyente de 1978.

Forjó una sólida vinculación con Colombia, a partir de las dolosas circunstancias que lo llevaron a ese hermano país. En 1986, es designado embajador en Bogotá. El presidente Belisario Betancur durante la ceremonia de entrega de credenciales le expresó: “Bienvenido a casa maestro”. El primer mandatario colombiano –tiempo después- al dedicarle un libro, escribió: “A Javier Pulgar Vidal, honor del Perú y honor de Colombia”. El gobierno peruano le encargó nuevamente (1989) esa representación a pedido del jefe de Estado, Virgilio Barco.

La edición del sello postal tiene un tiraje de 50 mil ejemplares y fue diseñado por Christian Álvarez Mendoza. Este es un justo y merecido tributo a un compatriota intensamente comprometido con los destinos nacionales, ejemplo de grandeza, decencia, humildad y perseverancia en el permanente y acucioso análisis de nuestra patria. (Nota del editor)

 Sello postal conmemorativo emitido por
Serpost S.A. con ocasión del centenario del nacimiento
del ilustre sabio e investigador peruano
Javier Pulgar Vidal (1911 – 2011).

(De Izq. a Der). Margarita Biber de Pulgar V., José Ahumada Vásquez, presidente de
Serpost y Carmen Pulgar Vidal Biber, hija del amauta peruano. 


La esposa de Javier Pulgar Vidal matasella la estampilla
adherida al sobre del primer día de emisión.

Autorización para un oleoducto amazónico entre sospechas de encubrimiento

Un oleoducto de 200 kilómetros de largo en la amazonia ha recibido la luz verde entre la polémica por las sospechas de "encubrimiento" de pruebas de la existencia de indígenas aislados en la zona.

La empresa petrolera francesa Perenco planea invertir 350 millones de dólares en la construcción del oleoducto en el norte de Perú para transportar petróleo valorado en 35.000 millones de dólares desde su explotación en el Lote 67 hasta la costa del Pacífico.

Sin embargo, un detallado y documentado artículo publicado en el medio estadounidense Truth Out denuncia que tanto funcionarios del gobierno como consultores medioambientales y empresas petroleras están implicados en el encubrimiento de la existencia de pueblos indígenas no contactados que viven en la ruta del oleoducto.

Perenco ha rechazado cualquier insinuación de que su trabajo pueda poner en peligro las vidas de los indígenas aislados. La empresa cita, repetidamente, un informe de la consultora medioambiental Daimi que respalda su afirmación de que "no hay signos de carácter antropológico (en el Lote 67)".

Sin embargo, el periodista independiente David Hill llegó hasta los investigadores que trabajaron con Daimi en la región. Hill asegura haber descubierto una serie de contradicciones que indican que el informe, financiado por Perenco, era inexacto y fue censurado.

Numerosas pruebas, entre las que se encuentran testimonios jurados sobre avistamientos, senderos, huellas y lanzas cruzadas, "no fueron incluidas en el informe final".

Un ingeniero forestal que participó en la investigación dijo: "Además de restar importancia al daño a la vegetación y la vida salvaje, (Daimi) aseguró que no había comunidades aisladas. Pero había huellas, restos de viviendas. Perenco obtuvo todo lo que quería".

El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado: "El gobierno peruano tiene el deber de encargar una investigación independiente sobre la existencia de estos indígenas, y no debería dejarse apaciguar por consultoras que trabajan para las empresas petroleras".

Fuente: Survival International

¿Ética en la vida empresarial?

 Wilfredo Pérez Ruiz (*)

Este es un tema primordial de analizar y reflexionar. Debemos reconocer que es “común” la ausencia de ética en las organizaciones públicas y privadas en donde afanes lucrativos, obtención desmedida de utilidades, permanente maltrato al cliente y trabajador, promoción de productos y/o servicios con “bondades” inexistentes, entre otras acciones muestran una censurable y dominante “cultura empresarial” escasa de valores.

Probablemente, usted amigo lector, integre algún centro de labores o conozca entidades cuyo desarrollo está al margen de consideraciones éticas. Por ejemplo, observamos frecuentes problemas éticos como abuso de poder (utiliza el puesto para pisotear a unos y favorecer a otros), conflicto de intereses (emitir normas en su ámbito de trabajo que redundarán en su propio beneficio), nepotismo (reclutar miembros de una misma familia en una institución), soborno (aceptar dádivas, obsequios o regalos a cambio de dar un trato especial o favor a alguien como retribución por actos inherentes a sus funciones), lealtad excesiva (mentir para encubrir la conducta impropia del supervisor o hacer lo que éste le diga, aún en contra de sus principios morales), falta de dedicación y compromiso (perder el tiempo, hacerse “de la vista larga” y no dar el máximo de esfuerzo), abuso de confianza (tomar materiales de la compañía para su uso personal o hacer empleo indebido de sus recursos), encubrimiento (callar para no denunciar a un traidor, movido por la amistad o el temor), entre otras faltas.

De otra parte, existen originalidades que diferencian e individualizan a los negocios. Cada firma es diferente de las demás en cuanto a su quehacer principal, número de empleados, lugar donde opera, sistema legal, etc.  De allí que existen otras formas de instrumentación de criterios de integridad. Sin embargo, es posible construir un “armazón” de estrategias  aplicables a cualquier negocio que quiera tornarse en ético.

Las empresas que desean crear un programa de ética, comenzarán por definir sus fines, actividades y características propias que las identifican, entre otros elementos. Los valores no son iguales para cada organización. Una clínica privada tiene distintas prioridades y, consecuentemente, una misión diferente a una cadena de tiendas comerciales. Precisar sus valores es el primer paso para “edificar” su cultura corporativa.

Es indispensable que exista, por parte de los directores, la convicción sincera de convertir a la compañía en una organización ética, lo cual requerirá -en ciertos casos- de transformaciones fundamentales en sus procesos y estructura. El liderazgo y compromiso de los funcionarios de más alto nivel, permitirán que todos los ámbitos adopten fácilmente esta iniciativa como propia. En tal virtud, se recomienda “predicar con su ejemplo”.

Si los ejecutivos actúan conforme a las reglas y cumplen sus responsabilidades, los empleados se sentirán impulsados a actuar de igual manera. Por el contrario, si los gerentes “olvidan” sus compromisos y se comportan de modo irresponsable, los demás –eventualmente- actuarán de forma parecida. Un ejemplo es el ejercicio de la puntualidad que debieran exhibir los integrantes de una empresa. Conozco entidades (incluyendo educativas) en donde, de acuerdo a “jerarquías”, existen privilegios y diferenciaciones. No todos pueden almorzar en el mismo comedor, usar los mismos servicios higiénicos, ascensores, escaleras, estacionamientos, etc. La política del “apartheid” aplicada a la empresa peruana.

Otro aspecto significativo es el código de conducta. Este es un mecanismo cada vez más utilizados por corporaciones que desean establecer el proceder de sus miembros. Estos códigos definen aquellas políticas que se esperan del personal, dejan en claro las acciones que afectan sus intereses y que no pueden ser toleradas, auxilian en la resolución de conflictos internos, contribuyen a crear una mejor imagen e incrementan el sentimiento de identificación de sus integrantes.

Se sugiere que cada empresa tenga un sistema efectivo de divulgación de sus actividades y proyectos, a fin de compartir con su público interno, clientes, sociedad y gobierno la información de sus logros alcanzados, de lo que falta por hacer, de sus planes futuros y aportaciones a la prosperidad de la comunidad. Una corporación abierta y diáfana mantiene canales veraces de comunicación con sus audiencias.

La ética hay que entenderla, sin ambigüedades, como inherente en la existencia de una compañía transparente, prestigiosa y con credibilidad. Su ejercicio no debiera concebirse como un gasto o políticas ajenas a la obtención de mayores ganancias. Es pertinente, hoy más que nunca, comprenderse su valía en las nuevas inversiones, en la fidelidad del comprador, en el bienestar de los trabajadores, en el diseño de un mejor clima laboral y, especialmente, en el aumento de su rentabilidad y presencia en el mercado.

La conducta de una empresa debe coincidir con sus normas y valores gremiales. Por esta consideración, la “ética corporativa” en un elemento que las realza e influye en la conciencia social de su entorno. Anhelamos que en nuestro medio, tan requerido de aplicar lo expuesto en estas líneas, no se cumplan las palabras del influyente y célebre profesor, filósofo y ensayista español José Luis López Aranguren: “Los valores morales se pierden sepultados por los económicos”.

(*)Docente, conferencista, periodista, consultor en organización de eventos, protocolo, imagen profesional y etiqueta social. http://wperezruiz.blogspot.com/ 

27 jul 2011

Editorial

Estimados compañeros,

Hemos concluido una segunda gestión gubernamental, gracias a la soberana voluntad del pueblo peruano, y en esta hora de visibles incertidumbres internas debemos retomar –con mayor intensidad- la tarea partidaria en vísperas del próximo congreso nacional en que podremos discutir y analizar los temas que nos permitirán esclarecer nuestro accionar político en el mediano plazo.

El Partido Aprista Peruano, tal como lo hemos comentado en anteriores editoriales, está por encima de una gestión gubernamental, del número de congresistas elegidos o de coyunturas políticas de corto plazo que, en múltiples circunstancias, concluyen siendo de aparente mayor interés que los grandes temas que aseguran la vigencia de un movimiento popular de la transcendencia cívica, histórica y democrática del aprismo.

Por estas consideraciones, todos los apristas debemos orientar nuestros esfuerzos al fortalecimiento de la institucionalidad partidaria y democrática que, además, deben constituirse en los pilares centrales de la organización de todo partido político moderno, eficiente y capaz de  canalizar las demandas sociales  de la ciudadanía.

Dentro de este contexto, recordamos el 2 de agosto el 32 aniversario del fallecimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, cuyo testimonio de vida política y personal son referentes enaltecedores que deben inspirar el accionar de los integrantes del Partido del Pueblo del que él será su único jefe y fundador y, además, cuya estatura moral será insustituible.

Como acertadamente refieren nuestros colaboradores, en una nota que publicamos en esta edición: “…Evocar a Víctor Raúl, fuerza es subrayar que el homenaje que hoy rendimos a su paso extraordinario por este vida, no puede disociarse, no puede divorciarse, no puede ignorar la enorme distancia ética e intelectualidad que divide a su biografía, con el record grave que exhiben aquellos que se han propuesto liquidar al APRA”. Los apristas tenemos la enorme responsabilidad de evitar que el aprismo sea liquidado por sus tradicionales enemigos y, especialmente, debemos unir  voluntades para que vuelva a convertirse en la esperanza auroral de los peruanos más pobres.

Nuestro homenaje al recuerdo inmortal de Haya de la  Torre, profeta de la política continental cuya obra  está en nuestras manos seguir enarbolando con la integridad, intensidad  y entrega que originó la gestación del Partido del Pueblo, patrimonio de todos los peruanos. ¡Viva Víctor Raúl!


Arturo Loli Caballero
Secretario General
Comité  Ejecutivo Distrital de San Borja
Partido Aprista Peruano

Haya de la Torre: 32 años más tarde

Marco Flores Villanueva (*)

Nos complace publicar el discurso del c. Marco Flores Villanueva en la conmemoración del trigésimo aniversario de la desaparición de Víctor Raúl Haya de la Torre -realizada en Nueva York el 2 de agosto del 2009- ante la militancia aprista de esa cuidad. Un mensaje esclarecedor, agudo, emotivo y expresivo de las cualidades intelectuales de tan dilecto militante y fundador del Comité Distrital de San Borja del Partido del Pueblo.

Compañeras y compañeros invitados a esta ceremonia,

Haya de la Torre, una figura de enaltecedoras virtudes 
ciudadanas, democráticas,  intelectuales y morales, 
cuya conducta política debe ser ejemplo permanente
En Nueva York, con esta jornada maravillosa y pletórica de espiritualidad, pero también denunciativa por la fuerza de las circunstancias que abaten a nuestro gran partido, se da inicio en las bases apristas de los Estados Unidos de América a la lucha organizada por la recuperación moral e ideológica del Partido del Pueblo, inaugurándose esta gesta -formidable, necesaria y urgente-, en este día, con la evocación reverente, encomiable y rendida de la memoria inmortal, limpia y sin mancha, jefe y fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana, Víctor Raúl Haya de la Torre.

Y al evocar a Víctor Raúl, 30 años después de su desaparición física, fuerza es subrayar que el homenaje que hoy rendimos a su paso extraordinario por este vida, no puede disociarse, no puede divorciarse, no puede ignorar la enorme distancia ética e intelectualidad que divide a su biografía -ejemplar, proba y revolucionaria-, con el record grave que exhiben aquellos que se han propuesto liquidar al APRA, entregando al partido y a la patria a la derecha, rancia, mercantilista, inhumana e incompetente del país, enemigos históricos de Víctor Raúl y permanentes adversarios de los altos intereses de la nación y de las necesidades de su pueblo.

Porque hace 30 años, el Perú enlutado por la muerte de Víctor Raúl, paladino de la justicia social, rendía tributo a un hombre austero –ni opulente, ni ostentoso-, porque expiró en una propiedad que nunca fue suya. Porque hace 30 años, el Perú de duelo por la desaparición física de Víctor Raúl, enemigo de la sensualidad y el oro del poder, se agolpaba en las calles y plazas de la nación, por un político que entregó el alma al creador con las manos vacías, porque limpias, incorruptibles y decentes pasaron a lo largo de sus 84 años de vida. Porque hace 30 años, el Perú condolido por el deceso de Víctor Raúl, servidor público de la nación y en la planilla del estado solo al final de sus días, se aprestaba a ofrecer su último y sentido adiós al líder que, en espíritu y tránsito hacia el firmamento grande, allá donde residen brillantes las estrellas, dejó como memoria de su breve, pero fructífera y aleccionadora carrera como presidente de una asamblea constituyente, el suceso sin precedente de haber servido a la nación por la mínima suma mensual de un sol.

La nación y la libre determinación de los pueblos

  Manuel Martínez Donayre (*)

En 1862 el concepto de nación en el Perú se confundía con el de Estado. Francisco García Calderón lo definía como: “…La sociedad de hombres que tiene por objeto la conservación y felicidad de los asociados, que se gobierna por leyes positivas emanadas de ella misma, y es dueña de una porción de territorio”… continua diciendo: … “necesario que tenga dos atributos esenciales, que son la soberanía, en virtud de la cual se gobierna por sí, y la independencia que consiste en no recibir leyes de otra nación.

Los Ashánincas, una nación que forma parte de la diversidad étnica,
cultural, social  y económica que caracteriza al Estado Peruano.
Gabinete de Ollanta Humala impulsará agenda interna
 Luego existe la definición de Guillermo Cabanellas en su “Diccionario de Derecho Usual” (1962): “…Es la idea de un pueblo con unidad histórica en el pasado, cohesión en el presente y comunidad de aspiraciones para lo futuro. La unidad de Lengua y de raza parece imprescindible, pero existe más holgura en cuanto a la coincidencia religiosa y cultural.  Ha habido una nación sin territorio propio,  como el pueblo judío desde su expulsión de Palestina hasta el intento, aún reciente, que significa el Estado de Israel”.

También tenemos las naciones que han desaparecido como Estados reconocidos por acciones de guerra y repartos territoriales y al tiempo han vuelto a aparecer como Estados,  es así que Serra Moret dice…“el Estado y la Nación están lejos de corresponderse en la historia;… caso de Polonia, nación repartida en los tres últimos siglos entre los Estados Ruso, Austriaco y Alemán o Prusiano” (En Europa).  Para el Dr. Mancini, nación es: “…una sociedad natural de hombres a los que la unidad de territorio, de origen, de costumbres y de idioma conduce a la comunidad de vida y conciencia sociales”.

Gabinete de Ollanta Humala impulsará agenda interna

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) destacó el anuncio de designar al empresario Salomón Lerner Ghitis como próximo presidente del Consejo de Ministros pues tiene una reconocida vocación democrática y concertadora, que permitirá impulsar, con el concurso de todos los sectores, un desarrollo inclusivo, que nos conduzca en un mediano plazo, a ser una nación del primer mundo.

La CCL expresó su confianza en que el nuevo gabinete ministerial cuente con destacados profesionales con amplia trayectoria y reconocida solidez técnica a fin de impulsar una agenda interna que descanse en la estabilidad económica y en la búsqueda del incremento de la productividad–competitividad, requisito fundamental para seguir avanzando hacia la construcción de un país con una economía con menor pobreza y mayor equidad.


La Cámara de Comercio de Lima también manifestó su satisfacción por la designación de Luis Miguel Castilla como futuro ministro de Economía y Finanzas, pues constituye una señal de confianza y tranquilidad sobre el manejo económico que se espera del próximo gobierno.

El gremio empresarial expresó su disposición al próximo ministro de Economía y Finanzas para contribuir a impulsar una cruzada a favor de la formalización económica del Perú, para lo cual es indispensable contar con un sistema tributario simple y equitativo, que facilite el cumplimiento de las obligaciones tributarias, especialmente de las micro, pequeñas y medianas empresas y de esa manera incrementar la base tributaria.

La Cámara de Comercio de Lima considera fundamental impulsar una reforma tributaria para que el Perú deje de ser la sexta economía más informal del mundo.

La CCL precisó, además, que si bien el nuevo gabinete tiene una agenda pendiente de corto plazo, debe también incluir entre sus prioridades impulsar reformas estructurales, como la del Estado y laboral, además de la tributaria; y las reformas orientadas al capital humano (salud, educación e innovación tecnológica).

La Cámara de Comercio de Lima manifestó la disposición del gremio empresarial para contribuir con el nuevo gabinete ministerial a sentar las bases de un crecimiento inclusivo, que nos permitirá elevar la productividad nacional y ser un país más competitivo.

Fuente: www.connuestroperu.com

Enrique Rivero, un hombre de limpia trayectoria

  Nolberto Arata Hurtado (*)

Enrique Rivero Vélez, una vida ejemplar y diáfana
Amigo de los amigos y con una formación de viejo cuño o a la antigua usanza. Aprista a prueba de todo, físicamente ya no está entre nosotros. Que en paz descanse y que en su despedida haya cientos de pañuelos blancos al aire.

Escuetamente me llega un correo electrónico: Lamentable noticia: Esta madrugada falleció Enrique Rivero Vélez (11 de julio de 2011). Los días, a partir de hoy, tendrán otro significado porque estarán marcados por tu ausencia sin retorno.

Cuando el comité juvenil nos incorporamos como socios al Club Departamental Moquegua de Lima, nos dijiste que te llamemos por tu nombre sin más protocolo. Eras diputado por Moquegua y luego presidente de la Cámara de Diputados. Esa fue siempre tu forma de mostrar cercanía y afecto, y en muchos casos en forma muy moqueguana te llamábamos Enriquito.

Los recuerdos de tu persona se agolpan en mi memoria y quisiera darles un orden desde que en mi niñez oía de ti en boca de mi padre y del conjunto de sus amigos apristas, quienes tenían las mejores evocaciones. Fuiste -durante muchos años- el director de “La Tribuna” el diario oficial del Partido del Pueblo y, además, colaborador cercano y fraterno de Víctor Raúl Haya de la Torre.

Supiste estar siempre al frente de la ideología aprista y soportar a pie firme todos los años de persecución y, especialmente, no decaer ni jamás desertar. Como corresponde a la altísima investidura que alcanzaste en democracia, te rendarán honores y flameen pañuelos blancos al momento de tu despedida, porque a lo largo de tu vida lo ganaste todo a pulso y no como regalo gracioso ni consideración de favor o premio inmerecido.

Creo que hay muchas más facetas de tu persona para ser resaltadas en grado superlativo, porque siempre supiste estar en primera fila en la defensa de los intereses moqueguanos. Te enfrentaste con la poderosa Southern por los problemas de los humos de la fundición y también por los conflictos del agua. Cuando presidiste la Cámara de Diputados lograste la emisión del dispositivo que creo la Corte Superior de Justicia de Moquegua, pero por presiones ajenas se impedía la asignación de los fondos necesarios para su funcionamiento

En el Club Departamental Moquegua de Lima, fuiste su fundador, y también artífice importante en la adquisición del nuevo local de la avenida Salaverry 1901.

Habrá tiempo de hacer la enumeración de todas las obras que realizaste por nuestra patria chica y resaltar tus valores morales que nunca fueron alterados. Pues, nunca te dejase corromper ni influenciar por la prebenda, el tráfico de influencias o la coima. Pocos saben que al término de tu período como presidente de la Cámara de Diputados, en que tenías el control de un gran presupuesto que pudiste "haber hecho obras y obtener significativos beneficios", estuviste al punto del desahucio de la vivienda en que vivías por las triquiñuelas y malas artes de tus enemigos.

Se nos va un gran hombre, crisol de moqueguanismo, de honradez, honestidad y pulcritud en el actuar de cada uno de sus días. Un hombre que entendió la amistad en la más prístina y clara forma de aprecio y entrega, sin pedir nada a cambio y entregar todo.

Enrique, si bien parte al más allá tu aspecto físico, a transformarse en polvo, como lo indica la sentencia bíblica, queda ente nosotros tu huella que será imperecedera y ejemplo de futuro y mensaje de vida, superación y progreso para las generaciones venideras.

Nuestras muestras de afecto a los familiares, sus hijas Hortensia, Elena y Carla. Especiales a Enrique "junior" que le enseñaste a seguir tus pasos y a quien nos une amistad cercana.

(*) Escritor, periodista y columnista de diversos medios locales y extranjeros. Residente en  España.